You can take a hike from our quaint village to Hartford Cave, a must-visit site with ancient Arawak markings found nowhere else.

En sus orígenes, Rum Cay era el hogar de indígenas Arawak. Fue a partir del s. XVI, después de la llegada de Colón que la mayoría de indígenas abandonó la isla. Testimonios como pinturas en las cuevas, utensilios y herramientas sugieren que una pequeña comunidad de ellos vivió en Hartford Cave antes de partir. En 1901 Rum Cay tenía 5 enclaves habitados, la mayoría de ellos ubicados en Port Nelson. Actualmente Port Nelson es la única población habitada en la isla. El turismo juega un papel fundamental para esta población, y muchos de ellos trabajan en el puerto y en los restaurantes que atraen marineros y otros visitantes.
Hay dos versiones de la historia sobre el origen del nombre de la isla. Una dice que un barco que iba cargado de ron naufragó en sus costas durante la Ley Seca (s. XIX). La otra dice que cogió este nombre en honor a la isla escocesa de Rhum.
Colinas que suben y bajan, espectaculares fondos coralinos, kilómetros de playas de ensueño, aguas cristalinas de color turquesa, olas perfectas para el surf en la costa norte, todo esto combinado hace que esta isla sea única y destaque por encima de sus dos vecinas con toda su oferta.
Originariamente conocida como "Mamana" por sus primeros habitantes, Rum Cay fue rebautizada como "Santa María de la Concepción" por Cristóbal Colón, que hizo allí su segunda parada durante su viaje hacia el Nuevo Mundo en 1492.
Port Nelson es el único sitio de Las Bahamas donde las indicaciones y señales de la calle, están hechas con la forma de la isla. El primer gobernador general de Las Bahamas, Sir Milo Butler nació en esta isla y así lo atestigua la plaza del pueblo, que lleva su nombre.